13 de enero de 2006

¿Qué está mal en la economía contemporánea?

En la educación de los economistas deberíamos sacrificar algunos de los aspectos más técnicos (que se pueden aprender más tarde) para incluir, de manera obligatoria, la filosofía, la ciencia política y la historia económica. Este escrito expone tres razones para esos estudios interdisciplinarios. En la discusión del lugar de las matemáticas en la economía, la borrosidad entra cuando los símbolos a, b, c se identifican con personas, firmas o fincas individuales. La identificación de un símbolo bien definido con la realidad a menudo ambigua y borrosa invita a una falta de precisión y oscurece los conceptos. Si las ciencias sociales, incluida la economía, se consideran como tecnología “blanda” en comparación con la tecnología “dura” de las ciencias naturales, los estudios del desarrollo se han llegado a considerar como la parte más vulnerable de la “ciencia económica”. En economía del desarrollo, la pregunta importante es: ¿cuáles son las fuentes del desarrollo? Debemos confesar que no podemos responder esta pregunta, que no sabemos qué ocasiona el desarrollo exitoso.

 

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