17 de junio de 2021

La maquina se detiene

Imagine, si puede, un cuarto pequeño, de forma hexagonal, como la celda de una abeja.

Imagine, si puede, un cuarto pequeño, de forma hexagonal, como la celda de una abeja. No está iluminado por ventanas ni lámparas, pero está lleno de un suave resplandor. No tiene aberturas de ventilación, pero el aire es fresco. No hay instrumentos musicales, pero al momento de empezar mi reflexión el cuarto vibraba con sonidos melodiosos. Un sillón en el centro y a su lado un escritorio son todo el mobiliario. Y sobre el sillón descansa un bulto envuelto; una mujer de poco más de metro y medio de altura, con la cara pálida como un hongo. A ella le pertenece aquel pequeño cuarto…

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