6 de septiembre de 2019
Ni estructural, ni progresiva, simplemente coyuntural
Colombia no está preparada para dar un debate técnico sobre la reforma tributaria estructural que necesita el país. Conozca las razones.
La necesidad de una reforma tributaria estructural que permita el adecuado funcionamiento fiscal del país, es el tema que más relevancia mediática adquiere cuando hay cambios de gobierno.
Es justo entonces cuando economistas notables y exministros “críticos”, quienes en épocas pasadas tuvieron la posibilidad de presentar reformas estructurales y fracasaron en el intento, comienzan a proponer soluciones posibles a los problemas que enfrenta el país en temas tributarios.
Esta actitud es tal vez la que, desde la Constitución del 91, ha representado barreras en la implementación de una reforma que reduzca brechas y encuentre soluciones a los cuellos de botella que ha tenido Colombia en esta materia.
Para algunos analistas, es precisamente ese conformismo mediático el que ha generado que el tema sea tratado como una simple coyuntura.
A esto se suman los intereses políticos y económicos que le restan viabilidad a los proyectos presentados; tal es el peso de estos intereses sobre la discusión política, que hay propuestas que no llegan ni a ser debatidas en el legislativo, porque afectan los intereses de grupos económicos poderosos.
Colombia necesita una reforma tributaria estructural, donde más allá de la agenda mediática, primen los aspectos técnicos que solucionen los problemas históricos del país en materia fiscal, y así lograr un cambio estructural, integral y progresivo.
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